Le devuelvo su nick, y cambio el mío. Yo llegué después.
Pero que conste que yo tengo un sombrero de la hostia, y este otro Babeuf no. (Y tiene una nariz de espanto).
martes, 30 de enero de 2007
Gracchus Babeuf
He tenido que cambiar mi nick, porque he descubierto que había otro Babeuf. No, hombre, el que se cepillaron el 1797 no, otro. Y con blog, que es peor. Y su blog se llama como debe llamarse el blog de Babeuf: Le tribun du peuple.
Le devuelvo su nick, y cambio el mío. Yo llegué después.
Le devuelvo su nick, y cambio el mío. Yo llegué después.
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Pero no acompañó a Eduardo
3 comentarios:
...Esto es justicia poetica y lo demas tonterias!
Pero que sepa que usted seguirá siendo Babeuf! asi a secas...lo cortes no quita lo valiente.
El republicanismo que le adorna se ve más aquilatado si cabe con esta medida, ya que al muy honroso apodo elegido por usted en su día, que efectivamente representa la única postura que podríamos llamar de clase en el ámbito de la Revolución Francesa, añade ahora el corte sobrio y virtuoso de Graco (pues imagino que referencia a los hermanos Graco de la República romana).
Aplaudo, por honesto, su gesto de humildad y le envío mi más sinceras y efusivas felicitaciones.
Efectivamente, FranÇois Noél Babeuf fue algo más que el primer portavoz de una postura de clase.
La revolución francesa fue el punto de inflexión entre el viejo régimen y el estado burgués. Babeuf fue un paso más allá, y planteó un auténtico conflicto de clase, proponiendo la abolición de la propiedad de la tierra, de la herencia..
Adoptó el apodo de Gracchus en honor a los hermanos Gracos, del final de República Romana, pero eso es otra historia.
El bueno de Babeuf iba no menos de 70 años por delante de su tiempo: Hasta 1870 la Comuna no pudo plantear nada parecido. Perdió la cabeza, vía guillotina.
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