martes, 11 de agosto de 2009

Honduras

Confieso que el golpe de estado en Honduras tuvo en mí la capacidad de provocar un sentimiento mezcla de asombro y de esperanza. Por primera vez, los Estados Unidos no solo no promovían el golpe militar, sino que reaccionaban con rechazo, exigiendo la vuelta a la normalidad. No olvido aquél 23 de febrero, cuando el embajador americano en Madrid afirmó que el golpe de Tejero era un "asunto interno". No olvido a Salvador Allende.


Un mes y pico después, ya no estoy tan seguro de si la actitud de EE.UU. y de la Unión Europea está tan comprometida con la legalidad democrática.


Por eso, sin tiempo para escribir más, me sumo a una jornada de lucha global por Honduras. No tanto por su presidente, que me puede hacer más o menos gracia, sino por las víctimas del golpe, que cada día son más. Y sobre todo, porque la actitud de dejar pasar, que permite indirectamente la consolidación del régimen golpista, sienta un precedente peligroso para el futuro de América Latina.


Ojalá me equivoque.




domingo, 9 de agosto de 2009

Revilla miente

El Presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (del Partido Regionalista de Cantabria, que gobierna en coalición con el PSOE) miente. Hoy ha afirmado en Cabezón, en la fiesta del día de Cantabria, que si ETA no mata en Francia es porque allí hay cadena perpetua, y por eso también prefieren ser detenidos en España antes que en Francia.




Primera mentira: ETA mata en Francia. Y mata con crueldad. Yo sí recuerdo a los asesinados en Capbreton.




Segunda mentira: Es más compleja de desmontar.




En el Código Penal francés, de 1994, prevé dos tipos de "reclusión a perpetuidad", para delitos contra la seguridad del estado, homicidio y homicidio agravado (lo que nosotros llamamos asesinato).




En la primera modalidad, los condenados pueden obtener la libertad condicional a partir de los 15 años. Luego la prisión a perpetuidad francesa dura quince años. No seas demagogo, Miguel Ángel.




Después de haber cumplido los 10 primeros, también pueden beneficiarse de un decreto de gracia, a discreción del presidente de la República, que conmute su pena por otra de 20 años de prisión. Es decir, en este primer caso de reclusión a perpetuidad, en el peor de los casos, te comes treinta años. Que no es moco de pavo.
El caso de cadena perpetua agravado, se puede aplicar sólo a quien haya asesinado a un menor de quince años, y antes lo haya sometido a torturas, violación o actos de barbarie. Vamos, a casos muy extremos.


Esta condena también dura 30 años, y después se somete a revisión del Tribunal de Casación, que se pronuncia sobre la peligrosidad del reo. Como el Código Penal tiene quince años, no sabemos como se aplicará la reclusión a perpetuidad en sus últimos años.


En España, en cambio, se establece el límite de 40 años como el máximo que una persona puede cumplir en prisión de forma continua, cuando sea condenado por dos o más delitos de terrorismo con pena de más de 20 años cada uno.


Por lo tanto, puedo afirmar que Miguel Ángel Revilla, o miente, o es un ignorante que habla de lo que no sabe por pura demagogia. Como le conocí en el lejano año de 1981, puedo afirmar que, o ha cambiado mucho, o cualquiera de las dos hipótesis es posible.








Pero no acompañó a Eduardo

Pero no acompañó a Eduardo