sábado, 12 de septiembre de 2009

Es tan grande...

... que tengo que esperar al fin del día para decir algo.



miércoles, 2 de septiembre de 2009

Yo repetiré voto...

...porque tiene mérito que con sólo dos diputados, Izquierda Unida haya conseguido forzar el cambio de orientación del gobierno, e incluir en la ayuda a parados sin prestación a muchos más trabajadores en situación de dificultad. Y para eso también votamos los de izquierdas.


Realmente, yo hubiera preferido que esa famosa ayuda de los 420 euros, se hubieran repartido según un criterio, no según un plazo:


"Se concederá a parados sin prestación sin otros ingresos y con cargas familiares" es un criterio.


"Se concederá a los que hayan agotado la prestación después del uno de enero" no es un criterio, es un plazo.


Pero a los parados que, ahora, entran dentro del plazo, les da igual.


Espero que Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya-Verds pueda influir en la anunciada reforma fiscal. Y quien se haya mojado en esta "ducha final" anteriormente, ya saben en qué sentido.



El obrero cabreado es de Carlos Azagra (http://cazagra.blogspot.com/)

martes, 1 de septiembre de 2009

Empiezo septiembre...

...metiéndome con Zapatero.


Porque cuando anunció subidas de impuestos, se me alegraron los ojillos. Ignacio Escolar explicó perfectamente por qué en España el sistema impositivo es regresivo, no progresivo, como exige la Constitución (artículo 31: "sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad", que la Constitución no sirve solo para agitar el puto trapo). Me pareció que era una oportunidad para corregir esa injusticia.


Pero el presi volvió a fallar: No tocará el Impuesto de Sociedades. Incluso avisa de que lo bajará. No tocará la fiscalidad de las SICAV, esas tapaderas donde los ricos cotizan al 1%. No tocará el Impuesto sobre la Renta de las rentas altas. Y quitará la deducción universal de los 400 euros. Con lo que el IRPF de todos, incluidos los trabajadores, sube en 400 cucas.


Pues muy mal, señor presidente.


Simultaneamente, Jordi Sevilla avisa de que deja su escaño, y se retira de la política. El ministro bloguero, que enseñó economía a Zapatero en cuatro tardes.


Fue ministro de Administraciones Públicas, y pactó el Estatuto de la Función Pública, defendiendo la negociación colectiva de los empleados públicos. Implantó el Plan Concilia, de conciliación de la vida laboral y familiar, y prohibió en su departamento las reuniones por la tarde. Todos los días se iba a hacer los deberes con sus hijos, que es lo que deben hacer todos esos ejecutivos que camuflan sus fracasos en lo personal y en lo familiar con jornadas infinitas, jodiendo así a sus empleados que, por contra, sí son felices en sus casas. Adiós, Jordi.

Pero no acompañó a Eduardo

Pero no acompañó a Eduardo