Un lugar en el mundo.

Me propone mi amiga Scout un meme. ¿Cuál es tu lugar en el mundo?

No tengo lugar. Quiero decir que no estoy en mi mejor momento, no me siento muy ‘localizado’.

Puedo bucear en el pasado, y, más que un lugar, sería un tiempo. En Santander, con diez años, cuando todo estaba bien. Hoy ya no existe ni esa casa ni la mayor parte de los que la ocupaban. Éramos seis sentados a la mesa de la cena de Nochechebuena. Sólo quedamos dos.

He tenido la afición, y la suerte, de viajar mucho. Recuerdo el lago Atitlán, en Santiago, Guatemala. Anochecía, y un maya tzutupil pasaba con su canoa delante de mi ventana, bajo la sombra del volcán. O la selva del Petén. Amanecía, estábamos en lo alto de una pirámide escalonada, invadida por la vegetación. Y toda la vida del bosque se despertó, con el primer rayo de sol, en un grito salvaje de monos y loros.

La lancha recorría el estuario del río Casamance, y girando, entró en un recinto natural delimitado por manglares. Era un refugio de garzas que, ante nuestra incursión, echaron a volar. Miles de garzas blancas cubrieron el cielo de África.

Me parece que me dejo mucho en el tintero… Pues tendré que volver sobre esto.

Mientras tanto, se lo paso a amigos a los que no presto la atención que merecen: Paco Gomez, y El Valín