domingo, 25 de mayo de 2008

¿Estabilidad?

Don Filo me pregunta, en respuesta a mi entrada anterior, si no es preocupante la crisis de la derecha. Si la crisis de la derechona no la acabaremos pagando todos. Se muestra preocupado por la estabilidad de todos.

Cuando se me va pasando el ataque de risa, tras ver como quien cría cuervos se queda sin ojos, me atrevo a esbozar una respuesta.

En primer lugar, la estabilidad no es un bien por sí mismo. El régimen birmano lleva décadas de estabilidad. Si nos ceñimos a los sistemas partidistas, la estabilidad, y la alternancia liberales-conservadores de la restauración española, a partir de la constitución de 1876 consolidó el caciquismo, la desigualdad y la quiebra de clases.

Con los años, los hijos, y las hipotecas, es humano sucumbir al atractivo de la estabilidad. Pero tanto los sistemas políticos como los partidos son sólo instrumentos, que cuando dejan de ser útiles deben ser sustituidos. Tenemos que mirar, sin miedo, un poco más allá.

No me gusta el bipartidismo imperfecto que sufrimos en España. Creo que, tanto la izquierda como la derecha son más plurales de lo que el arco parlamentario representa.

El que me siga habitualmente sabe que defiendo otra izquierda, más allá del PSOE. Y no vendría mal otra derecha.

La inestabilidad de UCD fue fecunda, pues permitió años de gobierno de un PSOE muy centrista (por ser educado), y la consolidación de un partido que unificó a todos los pelajes de la derecha.

Si la inestabilidad del PP da como resultado varios años de gobierno de un PSOE levemente más a la izquierda que Felipe González, y la consolidación de un partido de derecha desasnada, ajena a los jabalíes de Losantos, Acebes, Aznar y otros, creo que nos puede venir bien a todos.
También a los de derechas.

9 comentarios:

Maripuchi dijo...

Qué buena foto (y todo lo demás, claro).

Euphorbia dijo...

Creo que tienes razón, lo que a mí me da miedo es que de las dos cabezas principales de la bestia gane la más salvaje y que al final todo siga igual que antes. Puede que salga una escisión pero es posible que las ovejitas vuelvan al redil y si te he visto no me acuerdo.

Besos

HIPATIA dijo...

GRACCHUS BABEUF me ha convencido.
la estabilidad no es un bien por si mismo.
no deben conservarse las cosas que deben mejorar.
lo que no puede ser no puede ser y además es imposible, y es imposible que sea estable un sistema des-equilibrado.
la desigualdad de disfrute de los bienes hace imposible que pueda existir estabilidad en ningún lugar del mundo mundial.

fritus dijo...

la cabra tira al monte...y ésta de la foto por el camino puede darse un galletón impresionante. si alguna vez en la historia del mundo mundial bloguero ha habido una foto adecuada al post, probablemente sea ésta.

un abrazo, Don Gracchus y visitantes

Anónimo dijo...

Genial lo de que la estabilidad no es un bien en sí mismo. Tienes toda la razón. Lo estable se puede quedar demasiado quieto y pudrirse, eso es lo que le pasa a la derecha: que se les gastó el amor, de tanto usarlo (jejeje)

No obstante, es preocupante -e indignante- que se confunda el bien del PP con el bien de España. Confundir el destino de un país con el de un partido político (siempre de la derecha, ¿por qué?) es una muestra más del "nivel democrático" del partido de la derecha, que confunde sus intereses, normalmente empresariales, con los de todos los españoles.

Menos mal que los españoles tontos no somos. Sabemos muy bien lo que es España y muy bien -demasiado bien- lo que es el PP. Nada que ver.

De momento sigo con el je je je, que creo que es la mejor muestra de que el PP no es España, ni mucho menos, y de que como a 15 millones de españoles nos la trae floja los problemas de la derecha.

La risa floja... ¿qué os habiáis pensado?

Je je je

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Estupenda y clarividente respuesta mas, qué quiere que le diga, sigo teniendo mis dudas de que la disgregación de la derecha sea en sí una buena noticia para la izquierda.
Un saludo y gracias de nuevo.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Y yo no confundo, que nadie se confunda, el bien del PP con el de España. Hasta ahí podríamos llegar, pero, y habrá quién me dé la razón, lo que le ha ocurrido a IU también es preocupante, ¿o no?. Y yo no voto, desde un tiempo a esta parte, a IU pero reconozco que era una fuerza necesaria.
No obstante puede ser que el bipartidismo no sea la tendencia, al menos por el lado derecho del hemiciclo, y reaparezca la democracia cristiana, el partido liberal, el centro reformista, la extrema derecha, etc. , y la alternancia al PSOE sea una coalición o amalgama de derechas variopintas. No se, no se... me acuerdo de cierto experimento de negra memoria.

Bernardo dijo...

Un PP dividido en dos tampoco es garantía de nada bueno.

En el peor de los escenarios imagino en el gobierno a un partido mayoritario (heredero del actual PP) con fachada de centro derecha en coalición con otra fuerza establecida como conciencia de la extrema derecha y haciendo valer su condición de partido bisagra.

Para echarse a temblar, vamos.

HIPATIA dijo...

Para Bernardo Muñoz
(sin acritú)
y donde deja usted a los electores ¿?
porque digo yo que algo tendremos que decir los ciudadanos

Pero no acompañó a Eduardo

Pero no acompañó a Eduardo