martes, 20 de mayo de 2008

Empatía

La empatía es la capacidad cognitiva de sentir en un contexto común lo que un individuo diferente puede percibir.


Describe la capacidad intelectiva de una persona de vivenciar la manera en que siente otra persona y de compartir sus sentimientos, lo cual puede llevar a una mejor comprensión de su comportamiento o de su forma de tomar decisiones. Es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales. Como tal es un
sentimiento cuyo desarrollo requiere una cierta clase de inteligencia; quienes padecen autismo, síndrome de Asperger o determinadas psicopatías ven muy mermada esta capacidad cognitiva; por el contrario, quienes ejercen un liderazgo de carácter altruista suelen estar caracterizados por el amplio desarrollo de esta capacidad. Los estudios demuestran que esta capacidad suele darse más a menudo en el género femenino de la especie humana, quizá por el hecho biológico de tener y cuidar de los hijos, aunque no es privativa del mismo.


Las personas con empatía son aquellas capaces de escuchar a los demás y entender sus problemas y motivaciones; por eso poseen normalmente mucho reconocimiento social y popularidad, ya que se anticipan a las necesidades antes incluso de que sus acompañantes sean conscientes de ellas y saben identificar y aprovechar las oportunidades comunicativas que les ofrecen otras personas.
(de la wikipedia, claro.)

Recientemente se montó una tangana en mi casa (que es la suya), como consecuencia de un breve post en el que yo manifestaba mi desesperación ante la persistencia del terrorismo de ETA.

Un habitual visitante zanjó la polémica, de forma un poco áspera, al acusar a otro de falta de empatía. Y creo que acertó.

Cuando ante el bombardeo de Bagdad, la ministra de Palacio se congratula de una próxima bajada de la gasolina, la ministra no es empática.

Si cuando ante el asesinato de un guardia civil, me voy por los cerros de Úbeda, y me pongo a meditar sobre el derecho de autodeterminación, no soy empático. Porque el derecho de autodeterminación no dudo que sea importante, pero primero me acuerdo del asesinado, de su mujer y de su hijo. Comparto su dolor, porque soy capaz de comprenderlo. Y de reconocerlo como mío. Lo contrario es autismo. Ante el dolor ajeno, podemos cerrar ojos y tapar oídos. Pero corremos el riesgo de que el corazón y el cerebro se nos pongan rancios.








17 comentarios:

zalakain dijo...

Pues, francamente, tu empatía me la paso por el forro.

Vuestro coro de lamentaciones es (a) el objetivo número uno de los terroristas, (b) la forma de "recompensar" a los legionarios que tienen que soportar las condiciones de marginación en el País Vasco.

Insisto: vuestra fascistoide empatía me la paso por el forro.

Adiós.

Gracchus Babeuf dijo...

Adiós.

fritus dijo...

ZalaKaín...Zalacaín, lo que yo te diga, que debajo de cada gudari lo que hay es un bandido carlista..."Combatent de Déu". Si total, la intolerancia oscurantista es una aunque tenga muchos nombres.

Bernardo dijo...

Es muy difícil razonar sobre lo irrazonalble y además pretender tener razón.

O pasarse la razón de los otros por el forro.

RGAlmazán dijo...

Lo primero es lo primero. En la moción lo que ha habido es una absoluta inoportunidad. Independiente de todo lo demás.

Salud y REpública

Antonio Flórez dijo...

Pues yo disiento. Reconoco que la reflexión de don Zalakain podía no ser todo lo oportuna que uno quisiera, pero no veo la relación entre eso, que puede echarse en cara en esos términos (cosa que no leí que se hiciera en su momento), y lo que se acababa debatiendo y los términos en los que se hacía.

Si entre unos y otros consiguen que mezclemos y confundamos la condena del terrorismo y de los terroristas con la condena de la autodeterminación como propuesta y la de quienes la defienden por vías no terroristas, apañados vamos en la izquierda.

Ya nos vendrán otros con el mismo criterio, pero aplicado a otras cosas, dentro de muy poquito.

Un saludo.

Juan Luis Nepomuceno González dijo...

Qué fácil es, Don Grachus, que le quiten a uno el carné de rojo y le otorguen el de "fascistoide".
Es lo que también ocurre en el País Vasco. Al no abertzale se le define como "faxista", aparte de amenazarle, perseguirle, agredirle o asesinarle.
Qué cosas.

SPOOK dijo...

Para GRACCHUS BABEUF

GRACIAS

SPOOK dijo...

AF escribe:
“Si entre unos y otros consiguen que mezclemos y confundamos la condena del terrorismo y de los terroristas con la condena de la autodeterminación como propuesta y la de quienes la defienden por vías no terroristas, apañados vamos en la izquierda.”

¡Caray¡ pero si exactamente ese es el argumento de GRACCHUS BABEUF del que usted dice disentir. Lea el último párafo de la entrada.

Se ha enterado?? Pues ahora explíqueme que tiene que ver en este asunto con la buena o mala marcha de la izquierda.

AF dijo...

Don Elohim:

Antes de opinar o contestar, siempre leo aquello a lo que me voy a referir. No me recomiende usted, por tanto, tal cosa, porque se arriesga a obtener una respuesta tradicional (de refrán) del tipo "cree el ladrón que todos son de su condición".

El último párrafo de la entrada de don Gracchus dice que no es correcto abordar temas distintos (el derecho de autodeterminación) del que se plantea (el dolor y la condena por un asesinato).

Don Zalakaín creo que quiere mantener un purismo político que aleja del terreno de debate las condolencias y las condenas por actos deleznables, como el asesinato, por considerarlas no relevantes para el debate sobre los interrrogantes políticos en sí mismos. Particularmente, creo que se equivoca, porque el dolor infligido sistemáticamente por el terrorismo durante años alcanza cotas tales, que ya da igual si hubo o no una justificación original ante la primera represión franquista: esa justificación tampoco vale ahora. Pero una cosa es lo que yo estime y otra muy distinta, lo que cada cual está diciendo. Y hay que debatir con lo que cada cual dice, no con las intenciones que uno asigna al interlocutor.

Así que, no, don Elohim, no estoy disintiendo de lo mismo que defiendo.

En cuanto a la relevancia de todo esto para la buena marcha de la izquierda, no considero que tenga que dar más argumentos al respecto. Quien no vea la relación, peor para él.

Un saludo.

SPOOK dijo...

Para Antonio
Comienzo por el final
Lamento no poder agradecer la información que me niega. ”Quien no vea la relación, peor para él”

Y ahora vamos a su vano intento de evadirse de lo que cristalinamente ha escrito.
Porque usted desarrolla muy ampliamente el pensamiento de Zalacain, pero en todo su discurso no aclara (ni puede hacerlo desde la racionalidad discursiva) en qué basa de disentimento de la argumentación expuesta en la entrada.
¿o debo entender que su despectiva respuesta, arriba copiada, también justifica su “no respuesta” a esta interpelación??

SPOOK dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
SPOOK dijo...

Para Antonio
Para usted será muy evidente la relación, pero yo soy algo curioso y me gusta conocer varias opiniones antes de formar un juicio.
Y en este asunto entre izquierdas y condenar el terrorismo vasco hay varias opiniones distintas y distantes.
Le recuerdo algunas:
- Madrazo
- EB
- Batasuna
- Rodriguez Ibarra

Y falta la opinión definiva la suya, la de Antonio que se niega a publicarla en este blog.

SPOOK dijo...

Para Antonio
Para evitar que vuelva a errar en su respuesta quizá sea conveniente ampliar mi anterior comentario.
Verá, tanto izquierda como derecha son términos que sirven, muy eficazmente, para fijar un escala con la que medir la ideología política de los ciudadanos según sus opciones socio-económicas.
Pues bien, tanto en la izquierda como en la derecha hay opiniones distintas sobre la idoneidad del terrorismo como instrumento útil para el trabajo político. Es una obligación ineludible que no depende del color pòlítico condenar el terrorismo en toda democracia formal con derecho a la libre opinión y publicitación de ideas, no tiene NADA que ver con el color político, es un deber de todo ciudadano. El hecho cierto de que haya “sujetos” tanto en la derecha como en la izquierda que no condenen el asesinato político en una democracia es prueba evidente de su carácter ajeno e independiente la ideología política.
¡Que es lo que queríamos demostrar¡¡

AF dijo...

Don Elohim:

Usted se limita a afirmar que yo argumento o que no argumento una cosa, y a partir de ahí construye su edificio. Dado que yo creo que no sólo no es cristalino lo que usted dice, sino que lo límpido y refulgente es lo que digo yo, pierde sentido la discusión, puesto que ambos partimos de ojos diferentes y de lectura de cosas diferentes. Es, pues, la opinión de los demás la única que tiene sentido.

Empezar un párrafo diciendo que yo estoy haciendo un "vano intento" (¿por qué es vano? ¿qué encuesta ha hecho usted cuyos resultados le permiten aseverar tal cosa?) de "evadirme" (¿evadirme, yo? ¿cómo puedo estar evadiéndome cuando le estoy contestando?) de lo que "cristalinamente he escrito", y continuar diciendo que yo no "aclaro en qué baso mi disentimiento" de lo expuesto por Don Gracchus en su entrada, supone no darse cuenta de que yo estoy en desacuerdo con que se mezcle la crítica por la inoportunidad de un comentario de parte de Don Zalakain en una entrada que se refiere a otro tema, con la crítica al contenido en sí del comentario de don Zalakaín. ¿Esto no es para usted suficiente para explicar una disensión? Pues vale, allá usted (sí, ya no se lo explico más).

En cuanto a lo que es o no es ser de izquierdas, como usted bien dice hay izquierdas para todos los gustos. Intentar definir, pues, a qué le llamo yo izquierda, es objeto que no persigo, porque llevaría años de ociosa discusión sin probablemente llegar a acuerdo alguno al respecto. Me limito, pues, a no utilizar como método la desautorización pública de nadie, dentro de ciertos límites (que son los míos, y que si no se corresponden con los suyos, allá yo y allá usted), y a asumir como dentro del término izquierda a esas formaciones que usted menciona (e incluso reconozco tener bastantes reparos con ciertos sectores de Herri Batasuna, y no tantos con otros)

Pero mi comentario respecto a que es dañino para la izquierda no entender la importancia de no mezclar la condena al terrorismo con la condena al derecho de autodeterminación, lo mantengo y, desde luego, es opinable, pero lo que no puede decirse es que sea inexistente como argumento y/o opinión.

Por último, le diré dos cosas: la primera es que mis opiniones al respecto de muchas cosas, donde tengo cierta obligación (sólo cierta, porque no he firmado contrato alguno con nadie) de exponerlas es en mi bitácora, y no en la de los demás. En ella las he expuesto creo que con cierta asiduidad y amplitud.

La segunda cosa, referente al último de sus comentarios, es que en ningún momento he discutido sobre la validez del terrorismo como forma de lucha (¿estaba eso en discusión?), pero sí sobre la cuestión de las condenas del mismo, que creo son artefactos de orden exclusivamente ético y no político, por más que de tanto querer hacerlos valer como tales, acaben teniendo, no ellos mismos, sino su ausencia, una proyección política. Las condenas sirven para dejar en soledad a formaciones políticas que a veces no quieren realizar esas condenas públicas porque están de acuerdo con los terroristas, pero en otras ocasiones no las quieren realizar por motivos distintos, como es el hecho de que al realizarlas se está haciendo el juego a fuerzas políticas que son sus oponentes o enemigas.

Uno puede perfectamente decir que la Constitución es un marco que hay que respetar (lo cual no significa que no pueda intentar cambiarse), porque al fin y al cabo, con todas las reservas que puedan hacerse a la forma y a las zonas en que la actual Constitución fue votada en 1978, lo cierto es que resulta asumida ya como democrática. Pero lo que creo que no debe nadie pretender es instituir también como absolutos irrevocables cosas tan carentes de validez política como son las condenas.

Diga usted y haga las cosas en un determinado sentido, y despreocúpese de andar condenando cada dos por tres, sobre todo cuando se pone tanto énfasis en condenar una cosa y no las otras diez mil absolutamente intolerables que hay en el mundo, en España y hasta en mi portal.

Un saludo.

SPOOK dijo...

Para AF
No me parece oportuno responder las calificaciones personales (muy respetuosas) que tiene a bien dedicarme.

El tema que nos ha traido a este debate está en mi opinión suficientemente expuesto por ambas partes, tampoco ahí voy a abundar.

Pero si quiero hacerle notar un matiz, importante matiz, que trae de nuevo a este debate:
Escribe usted: ”Las condenas sirven para dejar en soledad a formaciones políticas”
NO, las condenas sirven para declarar públicamente la opción personal o de la organización que la suscribe . Y la abstención, cuando es inexcusable la obligación de manifestarse, también es hacer público el asentimiento.
Una cosa es condenar el asesinato y otra votar una moción contra un grupo político. Son opciones distintas y posicionarse contra el asesinato no impide abstenerse en la moción política,

Y por fin permítame reprocharle la estúpida recomendación que me dirtige en el último párrafo de su comentario.

Antonio Flórez dijo...

Se lo permito, se lo permito. Ad libitum.

Un saludo.

Pero no acompañó a Eduardo

Pero no acompañó a Eduardo