RAFAEL MATESANZ es el director de la Organización Nacional de Transplantes, y parece que lo ha hecho tan bien, que le han nombrado presidente de la Comisión Europea de Transplantes.
Hoy en día, los transplantes de cornea, riñón, corazón o hígado, si no son rutina, son frecuentes y bien conocidos por la población. Sin embargo, día a día se amplían los tejidos susceptibles de ser transplantados, o de ser utilizados en nuevas terapias, como hueso, médula, piel, cartílagos, y sangre de cordón umbilical.
El Real Decreto que regula los bancos de sangre de cordón umbilical (SCU) prevé la existencia de bancos privados con dos condiciones básicas:
Tienen que ser sin ánimo de lucro. La sanidad y la donación no es un negocio.
Los materiales biológicos cedidos deberán estar a disposición de quien lo necesite, no solo de sus dueños. Estaría bueno que existiendo SCU compatible localizada en un banco se dejara morir a un paciente.
La Comunidad de Madrid ha recurrido ante el Tribunal Constitucional este Decreto porque “rompe el derecho a la propiedad privada”.
Los bancos privados de SCU son absolutamente inútiles, según el Dr. Matesanz, que algo sabe de eso. Ha declarado que él no guardaría en uno de ellos los tejidos de sus hijos. De los 6000 transplantes de este tipo que se han hecho en el Mundo, sólo 3 se han realizado con sangre donada por el propio paciente.
Esperanza Aguirre pretende privatizar hasta la donación de órganos.
viernes, 2 de febrero de 2007
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