Hoy, día 20, estaba dedicado a mis rojeríos varios, y acudía a la puerta de la Escuela Infantil “El Pilar”, para organizar una pitada a la Presidenta.
No todo es ciberactivismo. A veces también hay que mover el culo.
Fui testigo de algo sorprendente: el prestamismo de bebés. Como a Esperanza Aguirre no le merecían confianza los niños de la guardería pública, probablemente de origen humilde, encargó que le llevaran niños más seguros. Vi cómo el equipo del gabinete de Presidencia recibía en la calle a padres con niños de menos de cuatro meses, es la edad mínima para entrar en las guarderías de la Comunidad de Madrid, y los introducían en el local del acto para que la Presidenta los besara con la seguridad de que no le contagiarían algún virus.
Por lo menos, el bicho se llevó su pitada. (Cuando entraba entre nuestros gritos, un alto cargo reñía a un pisaverde que le acompañaba: ¿“Cómo es posible que estén aquí los de los sindicatos, y no esté la policía?. Alguien se llevó un rapapolvo.)
Las fotos son de aquí. Vale la pena la visita. Por ejemplo, "esto" no es un fotomontaje.
1 comentario:
Buen trabajo reportero. Esta Espe es la pera. Lo último que se podía esperar es que alquilara niños. Capaz de eso y de más es la chulesca Espe.
Salud y República
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