El 11 de diciembre del 87, ETA puso una bomba en la Casa Cuartel de Zaragoza. Provocó 12 muertos, seis de ellos menores. Ante las críticas por tal cantidad de víctimas inocentes, los portavoces de Herri Batasuna respondieron que la Guardia Civil se escondía detrás de los niños, y por eso morían tantos.
Hoy, ante el ataque israelí a Gaza, he vuelto a oír el mismo argumento miserable.
Los dirigentes de Hamas tienen la osadía de vivir con sus familias, y por eso mueren tantos civiles en los bombardeos. Utilizan a sus familias como escudos humanos. Igual que los guardias de Zaragoza.
Hoy, ante el ataque israelí a Gaza, he vuelto a oír el mismo argumento miserable.
Los dirigentes de Hamas tienen la osadía de vivir con sus familias, y por eso mueren tantos civiles en los bombardeos. Utilizan a sus familias como escudos humanos. Igual que los guardias de Zaragoza.
10 comentarios:
Sin comentarios amigo, sin comentarios.
Ojala este año sea el año de la paz para todos.
Saludos
El gobierno de Israel, igual que otros muchos “democráticos” (incluido el español) justifican, con más o menos matices, las acciones militares represivas como medio para dar seguridad a los judios frente a las acciones terroristas de Hamas.
La muy deficiente clase política que estamos sufriendo en todo occidente desde hace varias décadas siguiendo el pensamiento de la escuela neo-liberal en materia de seguridad propone, como respuesta a la inseguridad, la aplicación de ANTIDEMOCRÁTICAS leyes que vulneran elementales derechos básicos que son aceptadas como mal necesario por unos ciudadanos asustados por el miedo (a la crisis, al inmigrante, al aborto…fuente de todos los males)… por el miedo a la libertad omnipresente y ampliado en los medios de comunicación propiedad del poder económico y por los comunicadores a su servicio.
Esta ideología conduce a una perversa espiral y cada paso en esta dirección nos aleja de la única solución. La violencia, el terror, la inseguridad, es simple y llanamente otra forma de denominar la injusticia. Sólo la justicia, la igualdad de derechos político-sociales es solución a la violencia social.
Si disminuye la injusticia disminuye la inseguridad, si aumenta la justicia aumenta la seguridad. INJUSTICIA y INSEGURIDAD son términos que designan el mismo desorden social.
No sólo eso, sino que viven hacinados, en condiciones miserables. Es un sarcasmo intolerable que Israel utilice ese argumento y, en cambio, tengamos que aceptar que han muerto 3 israelíes (al 4º Israel no le cuenta porque no era "puro", era arabe-israelí, y claro no es lo mismo, la raza que sea pura, ya se sabe)y no podamos decir que eso les pasa por vivir en la frontera con Gaza. Y no lo podemos decir porque tenemos corazón y sensibilidad para entender las cosas.
Todo esto es tan asqueroso...
He visitado el enlace original y han retirado el video, ya que, además de ser imágenes tomadas el 23 de septiembre de 2005, no se trata de daños provocados por los ataques israelies, sino por una explosión accidental de una furgoneta de Hamas cargada de munición.
Ya es complicado verificar la información que nos llega en circunstancias "normales", pero en caso de conflicto bélico está claro que hay que extremar las precauciones. De todas formas, hay que felicitar a los de Sabbah's precisamente por publicar la rectificación y avisar del error. Echo de menos estas actitudes en los medios analógicos...
Siento muchísima impotencia, esta situación es una auténtica catástrofe para la gente que vive en Gaza, no me puedo ni imaginar como lo tienen que estar pasando.
Siento verdadero asco por quienes esgrimen esos argumentos para dar una coartada al estado genocida de Israel.
Más de la mitad de la población de la franja de Gaza son niños, el gobierno asesino de Israel sabe perfectamente que con cada bombardeo sobre la población civil, extermina niños y con ello el futuro de Palestina.
En un reciente libro “Camus. A contracorriente” traducido y publicado en castellano por Galaxia Gutenberg el autor- amigo de Camus- Jean Daniel escribe ampliamente sobre la independencia de Argelia y el terror del FLN. La posición de Camus ante el conflicto era distante de los intelectuales parisinos, él no podía justificar el terror del FLN como reacción a la represión del ejército francés que le merecía similar condena.
Escribía Camus:
“En Argelia nos encontramos con el problema de hacer justicia a las personas, un problema de reparación espectacular y total para con un pueblo cuya defensa he asumido durante toda mi vida, el pueblo musulmán. Pero, precisamente porque se trata de un problema de justicia y porque el pueblo que tiene derecho a ella no está sólo en el territorio que es su patria, los medios de esa justicia se han de definir de manera exigente.
Quiero luchar por la justicia. No por la penitencia de los unos y la venganza de los otros. No estoy dispuesto a resignarme al dictado de la historia. Además, incluso en el caso de la necesaria resignación a la historia, exigiría a los intelectuales que adoptasen el tono de la resignación y no el del fervor militante. Pero son falsos hegelianos: no les basta con que la historia los domine; necesitan que la historia “y sus atropellos” sean justos”
Por ser un intelectual decidido a cumplir mi función, por estar, además, seguro de que se trata de algo políticamente aficaz, no quiero apoyar la causa de uno de los dos pueblos de Argelia en detrimento de la causa del otro, y me niego a ello con todas mis fuerzas.”
Entoces, cuando llega el momento de la violencia ¿qué hemos de hacer? Pues bien, no modificar para nada, pase lo que pase, las posturas originales, Hay que luchar por la tregua, por detener la masacre de inocentes, por implantar condiciones que un día permitan el diálogo. Y si ya no tenemos autoridad ni sobre unos ni sobre los otros, tal vez debamos callarnos por un tiempo”
Estoy convencido que hoy Camus condenaría el terror de Hamas y se colocaría del lado del inocente pueblo palestino, del lado de la justicia y condenaría la injusta, ilegal, bárbara y desmesurada represión del ejercito israelí.
Todos los gobiernos “democráticos” (incluido Obama en sus manifestaciones realizadas con injustificable retraso) están muy preocupados por las víctimas civiles pidiendo a Israel que ponga fin al bárbaro asesinato de víctimas inocentes.
Les EXIJO que sean consecuentes y pues han calificado como injustificables los asesinatos de la población civil sometan al tribunal internacional de la Haya a los responsables del gobierno Israeli.
La declaración que sigue fue redactada el pasado 27 de diciembre como respuesta de urgencia al ataque israelí sobre Gaza por el profesor Richard Falk, Relator especial de la ONU para los Derechos Humanos en Territorios Ocupados.
Los ataques aéreos de Israel sobre la Franja de Gaza representan graves y masivas violaciones de leyes internacionales humanitarias definidas en las Convenciones de Ginebra, tanto en lo que hace a obligaciones de una potencia ocupante, cuanto en lo atinente a las exigencias de las leyes de Guerra.
Entre esas violaciones, las que siguen:
• Castigo colectivo: el millón y medio de personas que viven en la densamente poblada Franja de Gaza está siendo castigado por las acciones cometidas por un pequeño número de militantes.
• Objetivos civiles: los ataques aéreos lo son contra áreas civiles en una de las franjas más densamente pobladas del mundo, y desde luego la más densamente poblada de todo el Oriente Próximo.
• Respuesta militar desproporcionada: los ataques aéreos no solo han destruido todas y cada una de las instalaciones policiales y de seguridad del gobierno electo de Gaza, sino que han matado y herido a centenares de civiles; de acuerdo con la información disponible, al menos uno de los ataques alcanzó a un grupo de estudiantes en busca de transporte para volver a sus casas desde la universidad.
Anteriores acciones israelíes, particularmente el hermético sellado de las entradas y salidas en la Franja de Gaza, han llevado a graves carencias de medicamentos y combustible (así como de comida), resultando en la incapacidad de las ambulancias para responder a la llamadas de los heridos, en la incapacidad de los hospitales para suministrar los medicamentos y el equipo médico necesarios para los heridos y en la incapacidad de los asediados médicos de Gaza y otros trabajadores sanitarios para tratar adecuadamente a las víctimas.
Es cierto que los ataques con cohetes contra la población civil israelí son ilícitos. Pero esa ilegalidad no confiere a Israel, ni como potencia ocupante, ni como Estado soberano, derecho alguno a violar el derecho internacional y a cometer crímenes de guerra o crímenes de lesa humanidad como represalia. Me permito observar que la escalada israelí de asaltos militares no ha aumentado la seguridad de los civiles israelíes; al contrario, el israelí asesinado hoy, tras el estallido de violencia israelí, es la primera víctima en un año.
Israel también ha ignorado las recientes iniciativas diplomáticas de Hamás tendentes a restablecer la tregua o el alto el fuego tras su expiración el 26 de diciembre.
Los ataques aéreos israelíes de hoy, y la catastrófica mortandad por ellos causada, presentan un desafío a aquellos países que han sido y siguen siendo cómplices, directa o indirectamente, de las violaciones israelíes del derecho internacional. Son cómplices aquellos países que notoriamente le suministran equipo militar, incluidos los aviones de combate y los misiles empleados en estos ataques ilegales, así como los países que han apoyado y aun participado en el asedio de Gaza, asedio que, por sí mismo, ha causado ya una catástrofe humana.
Recuerdo a todos los Estados miembros de las Naciones Unidas que la ONU sigue vinculada a una obligación de proteger a toda población civil enfrentada a masivas violaciones de las leyes internacionales humanitarias, con total independencia de la autoría de esa esas violaciones. Llamo a todos los Estados miembros, así como a los funcionarios y a todos los órganos pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, a reaccionar con urgencia, no sólo para condenar las graves violaciones de Israel, sino para desarrollar nuevas vías de protección real del pueblo palestino.
LOS HUEVOS DE LA SERPIENTE
En diciembre de 1948, a siete meses de la declaración de independencia de Israel, Begin visitó EE.UU. y causó reacciones dispares. Por ejemplo, la de Albert Einstein, Hannah Arendt, el rabino Jessurun Cardozo y otros 26 destacados intelectuales judíos estadounidenses. Consta en una carta abierta que el New York Times publicó el 4-12-48.
Han pasado 60 años desde que se publicó esta carta ¿Habrá perdido actualidad? Muchas cosas cambiaron en Israel desde entonces. Su objetivo central, no.
El texto comienza así: “Entre los fenómenos políticos más inquietantes de nuestra época figura la aparición, en el recién creado Estado de Israel, del ‘Partido de la Libertad’ (Tnuat Herut), un partido político estrechamente emparentado con los partidos nazifacistas por su organización, sus métodos, su filosofía política y su demanda social. Fue creado por los miembros y partidarios de la ex Irgun Zvai Lemi, una organización terrorista de extrema derecha y chauvinista en Palestina. La visita actual a EE.UU. de Menahem Begin, jefe de ese partido, ha sido evidentemente calculada para dar la impresión de un sostén estadounidense a su partido y para cimentar los lazos políticos con los elementos sionistas conservadores de EE.UU.”.
Continúa así: “Muchos norteamericanos de reputación nacional han prestado su nombre para acoger esa visita. Es inconcebible que quienes se oponen al fascismo en el mundo entero, muy correctamente informados sobre el pasado y las perspectivas políticas de M. Begin, puedan sumar sus nombres y apoyar al movimiento que él representa”. Señala que es preciso informar a la opinión pública del país sobre el pasado y los objetivos de Begin –“uno de los que han predicado abiertamente la doctrina del Estado fascista”– para no dar la impresión en Palestina de “que una mayoría de EE.UU. respalda a elementos fascistas en Israel”. A continuación menciona la matanza que las fuerzas israelíes provocaron en la aldea árabe de Deir Yassin, “que no había participado en la guerra y que incluso había combatido a las bandas árabes que querían convertirla en su base de operaciones”. Precisa: “El 9 de abril (de 1948), bandas de terroristas (israelíes) atacaron esa pacífica aldea, que no era un objetivo militar, asesinaron a la mayoría de sus habitantes –240 hombres, mujeres y niños–- y dejaron a algunos con vida para hacerlos desfilar por las calles de Jerusalén. Invitaron a todos los corresponsales extranjeros a ver las montañas de cadáveres y los destrozos causados en Deir Yassin”. El texto acusa a Herut de preconizar en el seno de la comunidad judía una “mezcla de ultranacionalismo, misticismo religioso y superioridad racial”, signo indudable de un partido fascista para el cual el terrorismo “es un medio para alcanzar su objetivo de ser un ‘Estado líder’”.
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