jueves, 6 de noviembre de 2008

Confesión


No soy François Noël Babeuf. No soy el invencible revolucionario, auténtico pionero del socialismo en los últimos gloriosos días del siglo XVIII. El inventor del comunismo, cuando el comunismo no tenía nombre, pero sí razones.


Sólo soy un trabajador, solidario, que cuando mira a sus hijos, y a sus vecinos o a los compañeros del trabajo, cree que otro mundo es posible. Que afortunadamente ha podido viajar, y en parte por el tercer mundo.


He visto a ancianos ciegos, que con una sencilla operación de cataratas podrían recuperar la vista. He visto niños con secuelas de la poliomelitis, que si hubieran nacido en Europa estarían sanos, pero que arrastraban sus piernas atrofiadas por las calles de Dakar. He visto las ratas en las calles de los barrios indígenas de Guatemala, o el agotamiento, tras la jornada de trabajo, en las paradas de autobuses de La Habana, mientras me comía una langosta a la plancha. Cuando salía de mi hotel africano, un leproso me saludaba con su mano sin dedos. En Sumatra, las prostitutas infantiles me ofrecían sus masajes en la playa, incluso delante de mi pareja, porque se acababa el día y no habían ganado bastante. He oído a un terrateniente colombiano reprochar a los “revoltosos”, que querían educación “hasta para los hijos de los pelaos”. He visitado países musulmanes, donde todo el peso de la producción recaía en las mujeres, mujeres que no tenían derecho ni a su propio nombre. Ni a su propio rostro.


No soy el revolucionario incansable. También necesito de la esperanza. Ya he perdido demasiadas luchas, demasiadas elecciones, y demasiadas oportunidades.


Lo repito: No se puede pedir a un lobo que coma hierba. No se puede pedir a un imperio que no se comporte de forma imperial.


No creo en los Reyes Magos, ni en el Ratoncito Pérez (dado el estado de mi dentadura, me gustaría creer). Pero, sin vivir en el país de caramelo, tengo derecho a ilusionarme.


Recuerdo el 19 de julio de 1979. Las tropas del Frente Sandinista de Liberación Nacional entraron en Managua. ¿No influyó la tolerancia de la administración Carter en la victoria de la revolución sandinista? Y el acoso de la siguiente presidencia, la de Reagan, al sandinismo ¿No influyó en su derrota?


Quiero esperar que el próximo presidente del Imperio tenga un punto de vista más multilateralista. Al menos es capaz de situar a casi todos los países en el mapa. Ha vivido fuera de los Estados Unidos, y ha tenido contacto con gente de otras religiones. Es probable que su coeficiente de inteligencia duplique, o triplique, al de Bush.


No es el redentor del mundo, ni el apóstol de ninguna revolución. Es otro presidente capitalista, del imperio capitalista. Pero espero que asesine menos. Sé que asesinará.


Lo confieso: No podré mi cabeza bajo una guillotina, ni entraré en el palacio de invierno, con una bandera roja en una mano, y un fusil en la otra. No veré la tierra de los iguales. Es posible que traicione a Babeuf.


Pero me agarro a cada esperanza con uñas y dientes.

14 comentarios:

fritus dijo...

tiene ud. razón...pero no se fíe de los democratas tampoco demasiado...Truman lo era y ordeno lo de Hiroshima, Lyndon B Johnson lo era e inició las hostilidades en Vietnam y ordenó matar al comandante "che" Guevara...se sientan en la poltrona de commander in chief y son lo que son, los jefes del imperio...aunque tiene ud. razón en que no son todos iguales, éste, sin ir más lejos, luce un bronceao que ya quisiera Zaplana.

un abrazo

RGAlmazán dijo...

Una declaración de principios que podríamos firmar muchos. Usted lo dice con el corazón y la verdad por delante. Pero le debo confesar que espero poco (desde luego algo sacará adelante) del nuevo amo del mundo.
Un tipo que se declara partidario de la pena de muerte, ya tiene la tarjeta de presentación manchada de sangre.

Salud y República

SPOOK dijo...

Nada que objetar.
“ca´ uno es ca´ uno”.
También estará de acuerdo en que la historia no se hace con esperanzas.
Le creo que ha perdido muchas batallas, pero la guerra sigue. Ni usted ni yo veremos la tierra de los iguales, pero la guerra por la igualdad nunca se acaba, y TODOS somos combatientes.

Antonio Rodriguez dijo...

De esta situación lo verdaderamente importante es que significa el fin del peor periodo republicano, lo que venga a partir de ahora siempre será mejor.
Estoy de acuerdo con Daniel y Rafa, no podemos esperar demasiado de Obama con respecto a la política internacional pero tengo claro que representa una gran esperanza para todos aquellos desfavorecidos y marginados en USA, para los que no tienen seguridad social, ni educación ni un mínimo de bienestar social. Para esos si puede representar el gran cambio.
Y para la minoría negra significa además la posibilidad de hacer cumplir el sueno de Martin Luther King. Hace 40 años estaban segregados y no tenían derecho al voto.
Y creo que al menos hay que darle un margen de confianza aunque sin idealizarle. Salud, República y Socialismo.

Blanca dijo...

Con menor magnífico estilo literario, con prisas y poco tiempo, como ando últimamente, he resumido yo tu estupendo alegato: sé que no hay demasiada diferencia entre unos y otros, allá en el Imperio, pero prefiero que pilote el cambio el que ha ganado, porque son todos iguales, sí, pero algunos son más iguales que otros.

Y los que hemos visto tanto (y yo vi más que tu), tenemos derecho a volver a ilusionarnos, aunque sea mínimamente, ante una espectativa.

Ya no será tan enorme la desilusión, porque tampoco es enorme la ilusión... pero lo que sí tiene un gran tamaño es la diferencia de personaje: la era americana que se acaba con el actual Presidente ha sido tan nefanda que cualquier mejora, que la habrá, será buena para seguir creyendo en algo.

Maripuchi dijo...

Así es.
Y vuelvo a decir aquí lo que ya he dicho en otros sitios. Lo que ha marcado la diferencia es el discurso y la capacidad de emocionar que ha tenido...
Y digo más, si en otros países (incluído el nuestro) tuvieramos políticos de esta talla (política, me refiero), otro gallo cantaría...

Naveganterojo dijo...

Amigo, firmo y rubrico esta hermosa declaracion de principios, No perdamos la esparanza, y pensemos que un mundo mejos aun es posible.
Saludos al ratoncito perez,(a ver si tambien me visita a mi,ja,ja)

Anónimo dijo...

Como yo..., que me aferro a la esperanza de un mundo mejor es posible. Desde luego lo que hemos comprobado es que con Bush otro mundo peor era posible.

AF dijo...

Caminemos francamente, y yo el primero, por la senda de la esperanza (con minúscula), puesto que el dicho tiene razón y a veces es lo único o de las pocas cosas que nos quedan. Vivir es también creer que podemos vivir, y ante eso ninguna crítica hay que hacer.

La cosa es hacerlo teniendo claro, como veo que usted lo tiene, que las esperanzas se cimientan en tierras que muchas veces no son de nuestra propiedad. Y que el amo de esa tierras puede permitir que construyamos, o no.

Un saludo.

SPOOK dijo...

¡Vaya metáfora que nos ha colocado af ¡
Sembrar en tierra ajena…y vivir con la esperanza en la generosa caridad del dueño que nos permita recolectar.
Esa opción no me vale, aún no he aceptado la derrota, continúa la lucha contra el amo.

De esperanza también se vive, si claro, en la esperanza del explotado vive tranquilo el explotador

No, vivir NO es creer que podemos vivir. Si podemos vivir no nos quedemos en creerlo, practiquémoslo. La práctica de vivir en libertad requiere algunas renuncias pero muestra la felicidad

J. G Centeno dijo...

Tiene usted del genuino Babeuf, mucho más de lo que cree, y no lo digo para regalarle los oidos, y a pesar de lo que parezca es usted un optimista histórico, y no se preocupe, estoy seguro de que verá muchísimas cosas positivas en el progreso del conjunto de la humanidad, esto no ha hecho más que empezar, hemos tenido unos pequeños contratiempos, pero el futuro está de nuestro lado, porque tenemos razón, científicamente tenemos razón y si seguimos perseverando esa razón dará sus frutos, si nos quedamos estáticos no. Mientras haya clases habrá lucha de clases, y un fantasma seguirá recorriendo el mundo, hasta que se haga realidad.

Ginebra dijo...

Pués es un post precioso. Una declaración de esperanza dentro de tanta podedumbre. Has visto muchas cosas que yo ví en los libros, pero que conozco y realmente son las que entristecen el alma (la de algunos es negra y no pueden ver, no quieren o necesitan aprovecharse de esas prostitutas infantiles y de lo que narras aquí). Ante tanta amargura, es necesario soñar, es necesaria la Utopía y también sueño yo con un imperio "más humano" y con un cambio en las cosas de este mundo.
Besos comprometidos (que no comprometedores, jejejejeje).

Anónimo dijo...

Un gran post, que le define muy bien y con el que muchos nos identificamos, cada uno desde sus vivencias (en mi caso, mucho más modestas).
Con respecto a Obama, como le dije a una compañera que se declaraba muy contenta de su elección, más que contento yo estoy aliviado (tal vez es otra forma de estar contento). Espero que se comporta menos indecentemente que Bush Jr. y que algunas cosas mejoren, o al menos no empeoren. No sé si en los EEUU cambiará algo, dudo bastante que pueda introducir cambios relevantes en sanidad, educación, servicios sociales, pero siempre cabe la posibilidad. Y en el ámbito internacional, si es menos prepotente y más dialogante, eso hemos ganado.
Y no me puedo quedar sin añadir ¡no al embargo contra Cuba!

Gracchus Babeuf dijo...

Teniendo en cuenta la foto que ha elegido para su perfil, no me importa nada verme comprometido por Ginebra. Un abrazo. Fraterno, claro.

Pero no acompañó a Eduardo

Pero no acompañó a Eduardo