Un admirado kabileño alardea de haber comprado tiempo a cambio de dinero. Yo he sido menos inteligente, y hoy no tengo ni una cosa ni la otra.
Serios problemas familiares (os debo mi agradecimiento a todos los que me habéis acompañado en malos momentos), las necesidades del colegio (un buen colegio público es algo tan valioso, que se debe mimar), el trabajo (que de algo hay que vivir, y hasta me gusta) y tantas obligaciones, me desplazan del panorama blog.
Cuando se me ocurre algo, o mejor, cuando me asalta una idea incendiaria, siempre alguno de mis amigos ya ha publicado una entrada acertada. Y más acertada que la mía. Da igual que sea sobre el primo del tarao, que sobre las banderas o el salario mínimo.
Recuerdo una visita a Bilbao con mis padres. Era primavera del año 75. En las calles centrales, debíamos ir separados de dos en dos, porque en el estado de excepción decretado para Vizcaya y Guipuzcoa en esa época, no se podían formar en la calle grupos de más de tres personas. La Policía Armada apuntaba a los transeúntes con subfusiles, desde ‘jeeps’ grises de corte militar. Pero gozábamos de una extraordinaria placidez de puta madre.
Acompañé a mi amigo de la infancia a las oposiciones de judicatura en el Tribunal Supremo, en la plaza de las Salesas de Madrid. Los opositores, nerviosos, se interpelaban entre ellos, esperando el llamamiento. La pregunta siempre repetida era: “¿Tu eres hijo de la judicatura?”
El opositor hijo del cuerpo tenía más posibilidades. Mi amigo, tras un buen examen, no aprobó. El ministro de justicia sabe lo que hace, cuando expropia a los jueces la selección de otros jueces. Evitamos la cooptación, el corporativismo y hasta el onanismo. Y desde luego, siempre desde universidades públicas, porque las privadas, como la Alfonso Pésimo, venden títulos a cambio de dinero.
No tengo tiempo ni para poner foto.
Serios problemas familiares (os debo mi agradecimiento a todos los que me habéis acompañado en malos momentos), las necesidades del colegio (un buen colegio público es algo tan valioso, que se debe mimar), el trabajo (que de algo hay que vivir, y hasta me gusta) y tantas obligaciones, me desplazan del panorama blog.
Cuando se me ocurre algo, o mejor, cuando me asalta una idea incendiaria, siempre alguno de mis amigos ya ha publicado una entrada acertada. Y más acertada que la mía. Da igual que sea sobre el primo del tarao, que sobre las banderas o el salario mínimo.
Recuerdo una visita a Bilbao con mis padres. Era primavera del año 75. En las calles centrales, debíamos ir separados de dos en dos, porque en el estado de excepción decretado para Vizcaya y Guipuzcoa en esa época, no se podían formar en la calle grupos de más de tres personas. La Policía Armada apuntaba a los transeúntes con subfusiles, desde ‘jeeps’ grises de corte militar. Pero gozábamos de una extraordinaria placidez de puta madre.
Acompañé a mi amigo de la infancia a las oposiciones de judicatura en el Tribunal Supremo, en la plaza de las Salesas de Madrid. Los opositores, nerviosos, se interpelaban entre ellos, esperando el llamamiento. La pregunta siempre repetida era: “¿Tu eres hijo de la judicatura?”
El opositor hijo del cuerpo tenía más posibilidades. Mi amigo, tras un buen examen, no aprobó. El ministro de justicia sabe lo que hace, cuando expropia a los jueces la selección de otros jueces. Evitamos la cooptación, el corporativismo y hasta el onanismo. Y desde luego, siempre desde universidades públicas, porque las privadas, como la Alfonso Pésimo, venden títulos a cambio de dinero.
No tengo tiempo ni para poner foto.
11 comentarios:
Pues yo creo que lo bueno de los blogs es que cada uno lo modela a su manera. El que se admire lo que un amigo ha puesto antes que uno y posiblemente mejor, no es incompatible con expresar lo propio (a mí esto me sucede continuamente: siempre llego tarde a todo).
Me alegro de leerte de nuevo aunque tú te quejes de que el post sea a vuelapluma.
Espero que poco a poco, y dentro de lo que cabe, vayas recobrando la normalidad de lo diario y cercano. Supongo que el 4-0 del domingo pasado ayudaría un poco.
Un abrazo,
No me he enterado ni del 4 - 0.
Para una puta alegría, voy y me la pierdo.
'A vuelapluma' es la frase que buscaba, y que describe mi entrada. Gracias.
Mi hermano estuvo opositando a juez tres o cuatro veces. Siempre pasó el primer examen, una vez incluso terminó los cinco temas del último examen (normalmente si vas mal te paran y no te dejan continuar) creyendo que ya había aprobado, pero los señores jueces decidieron que no. Me parecería fenomenal una medida así, siempre que sea desde universidades públicas.
Dudo mucho que les dejen hacer algo así...
El mundo judicial es como el de la medicina, asquerosamente corporativo ... aunque, peor...
El MIR lo apruebas si te esfuerzas. Las opos a juez no.
Javi Centeno lo dice sin parar. ¿quién tiene tiempo y dinero para permitirse estar encerrado x años chapando unas oposiciones?
Pero Babeuf, que un cuatro a cero no lo podemos gozar todos los días.
Hoy hay casos de nepotismo, pero en otros tiempos lo que ocurría es que había casos de no-nepotismo. Y pobre de aquel que no tenía a alguien conocido en ciertas instancias. Eso era jugar para perder.
Hoy día uno de los grandes problemas de este país es la justicia. Seguro que faltan jueces, pero no sólo es cuestión de cantidad sino de calidad. A parte de la lentitud, algo falla cuando se dan ciertas sentencias.
No sé cuál es la solución (desde luego pasa por más y mejores medios) pero un país como éste merece una justicia mejor.
Por cierto, lo de tener más tiempo para hacer lo que desees, ya te llegará, es cuestión de años
Salud y República
Solo hay que ver como se pusieron los jueces y los opositores a jueces, que tiene cojones la cometa... a la sugerencia del Ministro para saber que esa parcela es un coto cerrado, que ellos se lo guisan y ellos se lo comen, que no entran a la carrera judicial nada más que quien ellos quieren y desde luego, los que tienen medios para estar un montón de años estudiando, sufragados por papi, claro.
Y me alegro de tu vuelta, aunque sea a ratinos y a "vuelapluma" (hermosa palabra).
Yo el sistema de oposiciones, una rémora de tiempos pasados, lo he sufrido en mis carnes mucho tiempo, y en carnes cercanas.
Es ostensiblemente mejorable. Habrá que hacer procesos selectivos si hay más candidatos que puestos.
Pero que se ponga la gente estupenda con que si se modifica el procedimiento van a entrar los enchufados de Bermejo me parece de una hipocresía, una superficialidad y una falsedad insoportables.
Enhorabuena por una entrada fantástica. Gracchus. No sólo 4-0. El Madrid y el Barça perdieron. Los dos.
Gran verdad tu entrada, se puede decir mas alto pero no mas claro.
Estoy contigo en lo de las universidades privadas, pero ojo, que hay algunas publicas que tienen un nivel bajo y es facil sacar nota alta, y en otras exageran el nivel y para sacar un expediente "normalito" sudas sangre.
Saludos.
Como se pondrían que han tenido que matizar, vamos que reformas las justas.
La judicatura es un corralillo de la derecha, de nada sirve que se hagan buenas leyes si los jueces no están por la labor de hacerlas eficaces.
No sé como, pero urge la reforma del sistema judicial.
Un abrazo.
joder Grauchus, que maravillosa ironía. No hay un sólo post tuyo que no lea y relea. Pero casi siempre hago lo mismo: No hago comentarios. Me quedo con tu serena ironía.
Gracias colega
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