miércoles, 29 de julio de 2009

Petarda

Vuelvo de vacaciones, y me encuentro en portada a mi obsesión favorita. “Tu nombre envenena mis sueños”, creo que se llamaba la primera novela de Joaquín Leguina.

Es un personaje que cree que llamar a alguien sindicalista es insultarle.

Es un personaje que, tras salir en manifestación pancartera en defensa de la Constitución, olvida que en su artículo 7, justo después de hablar de los partidos políticos, en el mismo Título Preliminar, se consagra el papel de los sindicatos.

Es un personaje que ha descubierto que atacar sin sentido, como un toro, enlazando adjetivos sin fundamento ninguno, es algo que encanta a sus partidarios:

¿Es sindicalista Zapatero? No Yo estoy en un sindicato, y nunca le he visto por allí. Ni en casa de los vecinos.

¿Es piquetero Zapatero? No. Yo estuve en varios piquetes. El último para pitar a la mismísima petarda, y nunca coincidí con él.

¿Es pancartero Zapatero? Esto ya manda güevos, con la paliza que dieron con sus familias, sus patrias, sus traiciones, y sus Roucos. Todos los putos sábados con Madrid hasta la bandera de banderas, de casposos y antiguos, y ahora el pancartero es Zapatero. Tiene cojones. Y TeleMadrid transmitiendo las manis en directo. Y la Consejería de Interior y Justicia contando manifestantes por millones y millones. Sí, la Consejería de los espías. Y ahora el pancartero es Zapatero.

Es una conspiración de la derecha, para obligarme a escribir en defensa de ZP, yo que nunca le he votado.


2 comentarios:

Diego Fernández Magdaleno dijo...

Feliz regreso.
Abrazos,

Diego

RGAlmazán dijo...

Bien vuelto, D. Graucchus, no se me cabree, hombre que se le gastan las pilar. Por cierto, ese letrero de Petarda, ¿está a la entrada del despacho de la ínclita?

Salud y República

Pero no acompañó a Eduardo

Pero no acompañó a Eduardo