¿Por qué merece la pena apoyar gobiernos reformistas, tímidos y pacatos? ¿Por qué, desde la izquierda, debemos sostener gobiernos que se dicen de progreso, y apenas progresan nada?
Porque es mejor caminar poco, o casi nada, que ir "p'atrás", como los cangrejos.
En Cantabria (Santander, se llamaba en mis tiempos, pero vale) gobierna una coalición entre el PSOE y el Partido Regionalista de Cantabria. Este partido, aunque fue fundado por una magnífica persona (Eduardo Obregón), miembro de Cristianos por el Socialismo, y en su primer congreso se planteó definirse como partido de clase, reúne hoy a restos de UCD, caciques locales, patriotillas reaccionarios, y transfugas de la derecha rural racia y agria. El presidente de la Comunidad es un tipo, putero confeso, simpatico para los amantes del humor tabernario. Afortunadamente, como salío trasquilado de sus tratos con el PP, parece fiel a la coalición con el PSOE. Y, dada su nula capacidad de llevar iniciativa política, se dedica a regalar anchoas y dar el cante en los actos a los que acude.
La verdera iniciativa la llevan la vicepresidenta, Lola Gorostiaga, y el consejero de Economía, Ángel Agudo, antiguo y activo militante del Partido Comunista de ESpaña, que emigró al Partido Socialista porque todo el mundo tiene derecho a pagar su hipoteca.
Pues este gobierno, al que por los pelos se le puede calificar como "de progreso", por lo menos toma algunas decisiones que son un ejemplo para otras comunidades autónomas:
La Consejería de Educación de Cantabria ha decidido no renovar el concierto del colegio privado Torrevelo, del grupo Fomento de Centros Enseñanza, vinculado al Opus Dei, porque entiende que vulnera la legislación al admitir sólo niños, pero no a niñas.
"El colegio Torrevelo sólo escolariza a alumnos varones, lo que vulnera toda la normativa vigente en materia de admisión de alumnos, así como los principios y fines que inspiran el sistema educativo español, basados en la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, así como en la igualdad de trato", asegura la Consejería, en una resolución hecha pública esta tarde.
Al mismo tiempo, Educación ha acordado no conceder el concierto que había solicitado al colegio femenino Peñalabra, del mismo grupo.
Ésta es la primera vez que se revisa un convenio de acuerdo con la Ley Orgánica de Educación de 2006, que exige que no exista ningún tipo de discriminación en la admisión de alumnos por razón de sexo.
El sindicato FSIE, mayoritario en España en la enseñanza concertada, no tiene constancia de que hasta la fecha se haya tomado en el resto del país una decisión similar a la que ha aprobado el Gobierno de Cantabria, a pesar de que sí se habían realizado advertencias en el mismo sentido por parte de otras comunidades.
La decisión de la Consejería de Educación ha sido comunicada a la Comisión de Conciertos y cuenta con tres informes favorables, emitidos por el Servicio Jurídico del Gobierno de Cantabria, el Servicio de Inspección y el Servicio de Centros Educativos. El Gobierno autonómico sostiene que este colegio "incumple gravemente muchas de las disposiciones de la legislación vigente", entre las que cita los artículos 84.3 y 109 de la LOE, la Ley de Educación de Cantabria de 2008 y la Constitución.
Sentencia del Supremo
Recuerda además que existe una sentencia del Tribunal Supremo que avala su decisión, en alusión al fallo de 2008 que corroboró el decreto de admisión de alumnos aprobado por la Junta de Castilla-La Mancha en 2004, en el que se prohibía que los centros financiados con fondos públicos separasen a los escolares por cuestión de sexo.
El colegio Torrevelo, situado en Mogro, recibió su concierto educativo durante el mandato del PP en la Consejería de Educación, que ahora dirige el PSOE. En la actualidad, tenía concertados los seis cursos de Primaria y los cuatro de Secundaria.
La retirada de este concierto había sido solicitada en los últimos meses por los sindicatos UGT, CCOO y STEC, mientras que USO y FSIE se habían pronunciado públicamente a favor de su renovación.
El representante de UGT en la Comisión de Conciertos de Cantabria, Paulino Alonso, ha calificado de "valiente" la decisión. "Los colegios que discriminan por razón de género no pueden estar sostenidos por fondos públicos. El error fue conceder a este colegio el concierto. Espero que la decisión sea firme y se mantenga hasta el final", ha señalado Paulino Alonso.
De una puta vez, los fondos públicos para la enseñanza, para la enseñanza pública.