Tras el asesinato de ETA en Santoña, dice el señor tan elegante de la foto que "no es hora de pedir responsabilidades políticas de los atentados, pero que existen y que habrá que exigirlas..."
Lo dice el que lleva corbata, no el cánido de viriles atributos.
Mayor Oreja fue ministro del Interior. Y eso, en España, marca. Porque es un cargo en el que cuando suena el teléfono de madrugada, es para anunciar la muerte. El asesinato de un policía, un soldado. Y el consecuente funeral, el abrazo a la familia, el llanto de los hijos...
Sólo eso debería inspirarle un poco de solidaridad con su sucesor, el actual ministro.
Mayor Oreja era ministro del Interior durante la anterior tregua, y durante la negociación de Aznar, el asno que llamó a ETA Movimiento Vasco de Liberación.
Sólo eso debería impulsarle a callar un rato.
Mayor Oreja es el que preguntó “¿Por qué tengo yo que condenar el franquismo?” Y calificó tal periodo como “época de extraordinaria placidez”. Recordemos que procede de una acaudalada familia adicta al régimen.
Sólo eso califica el valor de sus silencios.
Mayor Oreja era ministro del Interior, y durante su etapa, el número de efectivos policiales descendió como nunca jamás había ocurrido en la historia de España. Familiarmente, está vinculado a la seguridad privada, a través de la empresa Eulen Seguridad (presidida por su hermano). La disminución del número de policías representó un incremento exponencial del volumen de negocio de la seguridad privada. Alguno atribuyó su disgusto ante la última tregua de ETA a la pérdida de “oportunidades de negocio” (que diría Borja Mari Güemes) para tan próspero sector.
Sólo eso debería impulsarle a retirarse de la vida política, y disfrutar de sus beneficios empresariales. (Pingües, a la vista del aspecto de su jardín).
No me apetece seguir escribiendo. Cada día me apetece menos. Y es jodido escribir cuando tienes que medir cada palabra para evitar una demanda. Pero lo que me inspiran las declaraciones de este caballero (el de la corbata, no el cánido de viriles atributos) es, no de demanda, sino de querella penal.