martes, 20 de febrero de 2007

Más sobre Guantánamo

Desde el dolor, desde la indignación y el escándalo. Desde la esperanza: cerremos Guantánamo.No podemos acostumbrarnos a la existencia de un campo de concentración, porque si callamos, transigimos, y si aceptamos, la responsabilidad, de algún modo, también será nuestra.
Hemos de hacer algo.
Hubo un tiempo en que nos movilizamos, es cierto, que salimos a la calle para exigir que nuestro país no participase en una guerra ilegal e inmoral. Hicimos lo correcto, pero la pesadilla continuó, continúa. Hemos de ponerle fin.Más temprano que tarde, cuando la verdad salga a la luz, Guantánamo ocupará un lugar destacado en el museo de los horrores de la humanidad. Y entonces, como paso hace décadas, quizá nos preguntemos cómo pudo ser posible.
La neutralidad no es suficiente. Debemos defender la paz y la justicia, la ley y la verdad.Pacifismo 2.0.: seguir siendo lo que somos, pero siendo más lo que queremos ser.

"La noche anterior me llevaron a una tienda de campaña donde decían que había médicos. Me metieron el dedo por el ano porque buscaban explosivos y me tiraron desnudo a un cerco rodeado de espinos. Me dieron un mono azul y me condujeron a un búnker, donde, atado a una caja para que no me moviera, varios encapuchados me arrojaron cubos de mierda, pis y agua helada. Antes me habían grabado en vídeo desnudo [...]Allí un día parecía un año. Me quemaron con cigarrillos en las piernas, me pegaron culatazos en la cabeza, y repetían una y otra vez que una persona como yo no tenía derecho a vivir.Me tiraron al suelo con los perros, me pusieron las rodillas encima y me ataron con cuerdas mientras uno grababa en vídeo. En otra tienda me cortaron el pelo, me echaron unos polvos amarillos desinfectantes y me vistieron con un mono blanco. En el avión íbamos una docena, todos encapuchados, en el suelo y atados con cadenas de pies y manos. El viaje fue largo, y nos hicimos nuestras necesidades porque no nos permitían ir al baño. No sabíamos adónde ibamos. Llegamos a Guantánamo a mediodía..."

Mariano Rajoy:"Oiga, por favor, que éste es un país civilizado, coño"

No lo digo yo, lo dice aquí Pablo Pombo

1 comentario:

Anónimo dijo...

LOS CANNAPES PRODUCEN CEGUERA
he visitado varias veces tu pagina y me alegro de saber que somos muchos,muchisimos por no decir la mayoria seres sensibles con los males ajenos.lastima que nuestros politicos no sean iguales.tal vez porque se mueven en otras latitudes y no sienten los problemas simplemente porque ellos no los tienen....cuando fue la ultima vez que comimos "canapes",seguramente que en la ultima boda que estuvimos,pues esta gente se hartan de comerlos...
lo del "canape" es una gilipollez si...pero parece que al comer un canape de estos la vida se ve de otra forma...a muchos de estos llamados politicos,los llevaria yo a guantanamo...(sin canapes por supuesto)

el gran ramonski

Pero no acompañó a Eduardo

Pero no acompañó a Eduardo